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Quizás los Comechingones remonten sus orígenes a la cultura Ayampitín milenaria (al menos existente desde el 6.000 a.C.). Casi con certeza la llamada Cultura Ongamira que comprendía  Colchiquin surgida hacia el 4600 a. C. es precedente directo de la cultura Comechingón, aunque recién se puede hablar de una cultura Comechingón en el período que va del 500 al 1600 d.C. diluyéndose esta cultura con la criolla-española tras el siglo XVI.

La casa Comechingona era singular: escarbaban la tierra y luego techaban el gran hueco con ramas, paja y barro. Tal vez por ello fueron llamados gente de las cuevas. Los aleros y las cuevas serranas eran lugares de reunión y de culto más que lugar habitable. (La casa de los Comechingones construida excavando la tierra para mejor protegerse del clima, era amplia y abrigada. Trabajadores e industriosos, formaron ayllus o chacras colectivas.) 
 

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Poco se sabe de sus cultos, las crónicas relatan que "adoraban" particularmente al Sol y a la Luna y que quizás por este motivo es que preferían combatir de noche, lo evidente es que poseían varios centros cultuales o santuarios en los cuales se congregaban, de tales centros cultuales los actualmente conocidos son sitios caracterizados de la geografía: cerros elevados, manantiales de aguas limpias, grutas, Valles y quebradas, en las cuales se apreciaban de un modo especial los astros.

Mantuvieron siempre paralela y complementariamente un modo de producción cazador-recolector. Esto y los accidentes de terreno significaron que hasta la llegada de los españoles en el siglo XVI los "Comechingones" poseyeran una mayor fragmentación política que las etnias de las llanuras, lo cual facilitó la tardía aunque veloz invasión Sanavirona.

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En el año 1575 el Cacique Anicharaba reinaba en el pueblo aborigen de Anisacate. Ya antes de fundarse Córdoba existía Anisacate, de manera tal que es uno de los más antiguos pueblos que existen en la provincia. Anicharaba fue unos de los Cacique que mas resistió la envestida de los invasores españoles, después de muchas batallas se rindió en una posta situada en centro geográfico del Valle de Anisacate.